AUGUSTE


"El arte no es serio", ¡dice Auguste!

Ni una, ni dos, ni tres... una cuarentena de galerías de arte contemporáneo de los cuatro puntos cardinales exponen a este inclasificable artista venido directamente de Francia. Alexandre Thibault, más conocido por su seudónimo Auguste, conserva el alma del maestro que nunca ha dejado de ser. Fiel a sus raíces en la región del Périgord, creó el Fondo de Dotación Auguste, una iniciativa filantrópica destinada a democratizar el acceso a la cultura de los jóvenes de las zonas rurales, afirmando así su compromiso con la educación artística más allá de talleres y galerías.

Pasear por su estudio, que parece un loft neoyorquino con sus ladrillos rojos y su estructura de acero, es una invitación al viaje. Sobre el hormigón, marcada por las salpicaduras de pintura, se asienta una escultura lista para volar a Dubai, envuelta en plástico de burbujas. A su lado, en la pared, un conjunto de lienzos recién terminados está a punto de despegar hacia Londres, mientras que otras creaciones, aún en gestación, prometen iluminar una galería de Tokio a principios de 2023. De Los Ángeles a Nueva York, las obras de Auguste han llegado a las casas de celebridades como Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence, Kim Kardashian y Rafael Nadal. Ben Affleck, por su parte, siente especial afecto por los cascos inspirados en el universo Star Wars, encargados especialmente por Karl Lagerfeld para un desfile de Chanel que aún resuena en el imaginario colectivo.

De las aulas a las galerías internacionales

Auguste, que fue maestro de escuela, se metió, casi por casualidad pero con una pasión desbordante, en la piel de un artista cuya influencia traspasa ahora nuestras fronteras. De París a Tokio, pasando por Los Ángeles, Nueva York y Miami, su arte ha encontrado refugio en lugares excepcionales como la Galerie Bel-Air Fine Art. El seudónimo Auguste, eco del emperador romano, resuena también como homenaje a años de estudio y descubrimiento gozosos.


Bajo el lema "¡El arte es un rompecabezas! El arte está en todas partes", Auguste da forma al aluminio para dar vida a obras que combinan planitud, vacío y 3D. Gracias a la precisión del corte por láser, comparte historias pobladas de figuras icónicas, de Lincoln a Mickey Mouse, de Marilyn al Coyote, invitando a coleccionistas y admiradores a encontrar su propia Madeleine de Proust en cada creación.

Con predilección por las atrevidas mezclas de materiales -resina, neón, pintura en spray, barniz para coches y pintura acrílica-, Auguste explora constantemente nuevos horizontes estéticos. Incluso se aventura en la creación de esculturas de bolas de coyote en 3D, que alcanzan alturas de hasta 2,5 metros, vibrantes de un deseo incesante de innovación y diversidad.